Nací en la calle Judería de una hermosa ciudad aragonesa llamada Tarazona, en una casa que antaño habitaron personas que profesaban esa religión y a las que expulsaron de allí por ello, entre otras cosas. Allí aprendí a cantar.
Supe de la existencia de las canciones sefardíes por las grabaciones de Joaquín Díaz, y me las aprendí. En un espectáculo sobre sátira erótica de los siglos XIV al XVIII, Sátira, sátiro, metí algunas de ellas. En café-teatro era todo un éxito "Por ti mi linda dama daré mi vida entera, por ti mi corazón me se desespera,...."
En la Plaza Mayor de Ainsa |
Más adelante se grabaron unos cuantos poemas en este disco, cantados o recitados.
Carátula del disco |
El trabajo está basado en la voz y la percusión. con el acompañamiento de la guitarra, sintiendo que en una judería se podrían escuchar esas canciones en la vida cotidiana. Hasta hace bien poco la gente cantaba mucho, no había móviles, ni mp3,4 ó 25, y siempre se oían voces tarareando o silbando.
Mamá, yo no tengo visto.
Dizen que lo verde.
Adió, querida.
Dezilde al amor/ Ansí se me arrimó.
Yo me enamoré de un aire.
Una hija tiene el rey.
Abridmi, galanica.
El novio le dice a la novia.
Morena mi llaman.
Abraham habinu.
Aunque le di la mano.
Tres hermanicas.
Siete modos de guisar la berenjena.
La vida do por el rakí.
En una de las últimas actuaciones se grabó este fragmento del recital: El retorno de Sefarad a Tarazona.
Y, por supuesto, en este blog tienes algunas entradas sobre este trabajo.
La canción Abraham Habinu de este espectáculo en este enlace
No hay comentarios:
Publicar un comentario