lunes, 10 de noviembre de 2014

La vida te da sorpresas.

       

          Una amalgama de pensamientos, sentimientos y emociones me sacuden esta noche. La ira, la paciencia, el amor, la muerte, la paz. el cariño, las pulsiones de la adolescencia, la intuición de las carencias afectivas, la tristeza ante nuestra cortedad de seres humanos y una larga retahila se agolpan en mis sienes.
          Sobre todas ellas, y quizá empequeñeciendo a las demás, está el dolor por la enfermedad que se ceba en algunas personas especialmente. Y la cercanía de la muerte a veces vislumbrada como una presencia amiga, cálida y humana que hace soportable la vida pues te anuncia que no es eterna, que tendrá fin ese suplicio con el que nos ha obsequiado nuestro cuerpo o çeste mundo en el que habitamos. O nosotros mismos pues en ocasiones somos nuestros propios carceleros al estar ciegos y no ver que la vida nos ha llevado a un callejón sin salida.
           ¡Ay!, luna que reluces
         toda la noche m´alumbres.

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