lunes, 26 de noviembre de 2012

Corre que te pillo en Málaga

¡Ay, que trabajo me cuesta quererte como te quiero!,...
       El próximo fin de semana Eugenio y yo vamos a estrenar un recital con canciones sobre textos de Lorca. Es un recorrido por los ritmos hispanos,
desde las cantinelas a los boleros, desde las seguidillas a los tangos.

       Viajeros incansables como Federico, nos recreamos en la voz, la poesía
 y la percusión como hilos conductores que nos transportarán a los distintos lugares donde él estuvo y nosotros también: Buenos Aires, Cuba, New York, ...

       Nos ayudarán las melodías populares que él recopiló, las del cancionero tradicional o las de personas como Paco Ibáñez o Goyo Maestro que supieron encontrar las que le iban como un guante a esos preciosos poemas.

       Las actuaciones serán el viernes 30 de noviembre en Benalmádena y el sábado 1 de diciembre en  La Cala del Moral.
       Muchas gracias al Centro Cultural Generación del 27 por su invitación y estáis todos invitados:  Va por ustedes.

       
       Si tu madre
       quiere un rey,
       la baraja tiene cuatro:
       rey de oros, rey de copas,
       rey de espadas, rey de bastos.

       Corre que te pillo
       corre que te agarro,
       mira que te lleno
       la cara de barro.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Estamos tocando el fondo

Porque vivimos a golpes, porque ...



          Oigo RNE1 y pienso que la emisora debe de estar llena de alumnos en prácticas. Se dan pequeños fallitos que antes no se producían, quizá han cambiado el personal, quizá hay menos. Tal vez habíamos llegado al cenit de la perfección y ahora vamos para abajo: quién sabe ...
          Es lo mismo que pasa con las faltas de ortografía: los de mi generación que habíamos estudiado teníamos muy pocas; después vino otra que tenía demasiadas. Ahora están ahí con mucho ahinco insistiendo pero "haberlas, hailas", en todos los medios: profesionales, periodísticos, educativos, ...
           Los que hemos sido educados como yo valemos para correctores de pruebas (en esto siempre me viene a la cabeza Chicho que trabajó un tiempo de eso en un diario): nos saltan a la cara como un gato.
           ¡Ay, ay,ay, ...!. Escucharemos a Gabriel Celaya o a Paco Ibáñez.



LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO
Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.


miércoles, 21 de noviembre de 2012

Lorca: Corre que te pillo

Corre que te pillo, corre que te agarro, mira que te lleno la cara de barro

Presentaremos nuestro Corre que te pillo el 30 de noviembre en Benalmádena y el 1 de diciembre en La Cala del Moral.
Muchas gracias al Centro Cultural Generación del 27 de Málaga.
Otoño con Lorca


¡Ay qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!.
Por tu amor me duele el aire,
el corazón  y el sombrero.

¿Quién me compraría a mí
este cintillo que tengo
y esta tristeza de hilo
blanco, para hacer pañuelos?

¡Ay qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!

lunes, 19 de noviembre de 2012

Y el verso cae al alma como al pasto el rocío


Mi alma no se contenta con haberla perdido,...


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo : 'La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.
 El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos arboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto al amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

                                             Pablo Neruda

lunes, 12 de noviembre de 2012

Poeta en Nueva York

...pero ninguno se dormía, ...
        Oigo la radio y me imagino a Lorca en Nueva York en 1929. Los banqueros se tiraban desde los rascacielos porque las bolsas bajaban y bajaban.
        Pero lo que me están contando no habla del siglo pasado. Ni habla de Nueva York. Habla de hoy, y es en España donde la gente se tira desde los balcones. Y no son banqueros. Son personas a las que van a echar de sus casas. Deshauciados.
        Durante muchos años me imaginé a Lorca en aquella situación, éĺ mismo hecho polvo por desamores y siendo espectador atónito de esos hechos. Hoy me siento como él, estupefacta ante el correr de la vida en éste mi país y viendo de nuevo como gira la rueda de la Fortuna.: teocracia, aristocracia, democracia, partitocracia,... bancocracia, dinerocracia,... y sabiendo que la sensatocracia no la veré.
        Voy a estudiar el Poeta en Nueva York. Quizá me dé claves. ¡Ya sería hora!.

                      Newk York, oficina y denuncia

Debajo de las multiplicaciones
hay una gota de sangre de pato.
Debajo de las divisiones
hay una gota de sangre de marinero.
Debajo de las sumas, un río de sangre tierna;
un río que viene cantando
por los dormitorios de los arrabales,
y es plata, cemento o brisa
en el alba mentida de New York.
Existen las montañas, lo sé.
Y los anteojos para la sabiduría,
lo sé.  Pero yo no he venido a ver el cielo.
He venido para ver la turbia sangre,
la sangre que lleva las máquinas a las cataratas
y el espíritu a la lengua de la cobra.
Todos los días se matan en New York
cuatro millones de patos,
cinco millones de cerdos,
dos mil palomas para el gusto de los agonizantes,
un millón de vacas,
un millón de corderos
y dos millones de gallos
que dejan los cielos hechos añicos.
Más vale sollozar afilando la navaja
o asesinar a los perros en las alucinantes cacerías
que resistir en la madrugada
los interminables trenes de leche,
los interminables trenes de sangre,
y los trenes de rosas maniatadas
por los comerciantes de perfumes.
Los patos y las palomas
y los cerdos y los corderos
ponen sus gotas de sangre
debajo de las multiplicaciones;
y los terribles alaridos de las vacas estrujadas
llenan de dolor el valle
donde el Hudson se emborracha con aceite.
Yo denuncio a toda la gente
que ignora la otra mitad,
la mitad irredimible
que levanta sus montes de cemento
donde laten los corazones
de los animalitos que se olvidan
y donde caeremos todos
en la última fiesta de los taladros.
Os escupo en la cara.
La otra mitad me escucha
devorando, cantando, volando en su pureza
como los niños en las porterías
que llevan frágiles palitos
a los huecos donde se oxidan
las antenas de los insectos.
No es el infierno, es la calle.
No es la muerte, es la tienda de frutas.
Hay un mundo de ríos quebrados y distancias inasibles
en la patita de ese gato quebrada por el automóvil,
y yo oigo el canto de la lombriz
en el corazón de muchas niñas.
óxido, fermento, tierra estremecida.
Tierra tú mismo que nadas por los números de la oficina.
¿Qué voy a hacer, ordenar los paisajes?
¿Ordenar los amores que luego son fotografías,
que luego son pedazos de madera y bocanadas de sangre?
No, no; yo denuncio,
yo denuncio la conjura
de estas desiertas oficinas
que no radian las agonías,
que borran los programas de la selva,
y me ofrezco a ser comido por las vacas estrujadas
cuando sus gritos llenan el valle
donde el Hudson se emborracha con aceite.