martes, 27 de septiembre de 2011

Yo me enamoré de un aire. Canciones sefardíes

 Unas canciones del recital Yo me enamoré de un aire.




Cantando con los escolares: "...que me mercó mi padre por dos...
Las canciones sefardíes llegaron a mis oídos, como muchos otros cantos, a través de la voz de Joaquín Díaz, cuando yo era estudiante en Zaragoza, y me cautivaron. Además, teniendo en cuenta que yo nací en la calle Judería de Tarazona, en una casa antigua, que fue judía, y en la que aprendí a cantar, sentía que me pertenecían, que formaba parte de esa misma tradición aunque llegaba a ella a través de grabaciones y no de viva voz. Me las aprendí todas:
Dizen que lo verde no vale nada,
no vale nada,
y este nuestro novio lo trae a gala,
lo trae a gala.

El novio le dice a la novia....

¡Qué delicadeza!, ¡qué galanura!.
 Años después, cuando decidí dedicarme profesionalmente a este difícil arte, las introdujimos en un espectáculo llamado Sátira-sátiro entrelazadas con poemas de Samaniego, el Arcipreste de Hita o Nicolás Fernández de Moratín e hicimos muchas funciones en muy diversos lugares, como corresponde a los juglares, y siempre me sorprendía su efecto, el lirismo y a su vez el erotismo que desprendían, la reacción de la gente cuando les susurrabas o gritabas:
Yo te amo a tí solo
y a ti te alcanzaré.
Dame una parola,
si no, me mataré.

Por ti mi linda dama
daré mi vida entera...
En Sabiñánigo, actuando en el Molino Periel
Y así cuando llego el momento de trabajar "Del comienzo de la arcilla del mundo", un espectáculo itinerante sobre la poesía hispano-hebrea, en Córdoba, con Jesús Peláez del Rosal, las canciones salieron solas para recrear diversos momentos de la diáspora o de la Córdoba medieval ya que se estrenó en el Palacio del Cardenal Salazar, en tres patios maravillosos y siempre se representó en espacios naturales . Francisco J. Gil, autor de la música las incorporó entre otras muchas influencias musicales.
Las pasadas navidades, a sugerencia de un amigo empeñado en conseguir el Retorno de Sefarad a Tarazona, su pueblo y el mío, concebí la idea de pergeñar un recital basado en esas canciones y en su uso y disfrute y convencí a Eugenio Arnao de que solas nuestras voces, su percusión y mi guitarra, podrían conseguir conmover y entusiasmar al público, a personas que desconocían que formaban parte de su pasado pero que se les colaban muy adentro sin avisar y ...acababan el espectáculo transformados y encantados...
...la vida do por el rakí....
y a veces Un cabretico, un cabretico...
Surgió así Yo me enamoré de un aire, recital que se estrenó en Sabiñánigo en marzo, en un lugar maravilloso, el Museo Periel. También hemos estado en otros espacios deliciosos como el Festival Pirineos Sur o el castillo de Larrés.
Gracias Javier Bona.
Del recital Yo me enamoré de un aire, una pequeña selección de canciones y ritmos.


lunes, 26 de septiembre de 2011

La Zanfona

Cantando romances de ciego con el Silbo Vulnerado
La primera vez que la tuve entre mis brazos fue en Buenos Aires, en el café Mozart donde estuvimos actuando en 1989, gracias a Sheila Cremaschi que la hizo aparecer como por arte de magia una noche. Convivimos varias semanas pero solo fui capaz de acariciarla. Me fascinaba.
Era todo un ritual ponerla a punto: el algodón puro enrollado, la resina justa en sus cuerdas y la afinación correcta en cada instante, ¡ah! y las cejuelas que se movían como el pensamiento y algunas eran muy saltarinas...
Años después y gracias a Paco Díaz y a La Bazanca, apareció mi compañera, la que me acompañaría ya siempre hasta el punto de que cuando la saco de su funda y me la ajusto a la cadera, somos una.

Grabando el Romance de La Dolores de Calatayud


Y sé que siempre está ahí, a veces desabrida o chirriante, a veces suave y dulce y siempre sugerente, instala un puente para transportarte desde la nada a la eternidad, desde lo mismo a lo mesmo.
Rrrr.... La rueda de la Fortuna
nunca se pudo estar quieta
con vuelta y media que dio
me trajo para estas tierras ....ruuuuu.



La zanfona, detalle de la mano izquierda.

Con mi hija Ana en 2002 grabando Expresiones.es III para Trovideo en casa.
Gracias a algunos amigos y a Jesús Reolid y a Rafa Martín de la Asociación Ibérica de la zanfona aprendí a entorchar el algodón, a afinarla y a disfrutar con su tecladillo. Tanto es el goce que solo puedo cantar al unísono, cerrando los ojos: entonces zanfona, dedos y voz forman una sola rueda y el Conde Olinos, el romance del prisionero o el conde Flores fluyen, salen como el agua de la fuente, de ese manantial maravilloso del que se nutren. 
Incluso Un cabretico o el Enamorado y la Muerte surgen despacio, majestuosos, a su ritmo.
Y una siente que otros seres humanos se enganchan a la rueda y tu propio cuerpo forma parte de la misma, de la rueda de la vida.
¡Que maravilloso instrumento ha pervivido lo largo de tantos siglos!
De la obra "Entremés de las fuentes" sobre El Quijote de El Silbo Vulnerado

viernes, 23 de septiembre de 2011

Marta Valdés

Había una vez en un lugar llamado La Habana un espacio de encuentro para músicos y artistas llamado "Peña de Marta Valdés" y quiso la fortuna que en 1992 acertara a pasar por allí, y la conocí, y supe del amoroso cuidado que Marta ofrecía.
En 1997, cuando en mi cuerpo convivíamos dos seres, tuve el privilegio de asistir a un recital que ofreció en Zaragoza: mi hija no paró ni un momento de moverse, se ve que nos llegó muy adentro. Y varias de sus canciones me cautivaron. Hasta el punto de que hace unos meses Aunque no te vi llegar se instaló definitivamente dentro de mi y asomaba continuamente como si fuera mi propia voz o la voz de la tierra, un canto ancestral que me anticipaba la vida, la maravilla de estar vivo.
Y sucedió. Muchas gracias, Marta, por ponerle palabras y música a....lo inenarrable:

Sabía que te acercabas,
aunque no te vi llegar.
Todas las aves del mundo
me vinieron a avisar,
anunciando con sus trinos
de vísperas el final
y supe que te acercabas
aunque no te vi llegar.
Yo me hallaba sin amores
y el amor de pronto vino
como del campo las flores,
como el aroma del pino
hoy brotan en mis canciones
los olores del camino
pues me hallaba sin amores
y el amor de pronto vino.

¡Que maravilla!

jueves, 22 de septiembre de 2011

Me presento



                                           Caminante, son tus huellas
                                           el camino, y nada más.
                                           Caminante no hay camino,
                                           se hace camino al andar.
                                           Al andar se hace camino
                                           y al volver la vista atrás
                                           se ve la senda que nunca
                                           se ha de volver a pisar.

Inicio mi blog en el primer día de otoño, con estos versos de Antonio Machado, con ilusión y deseo de expresarme con la música y la palabra. Llevo mucho tiempo cantando canciones y uno de nuestros espectáculos actuales se llama "Yo me enamoré de un aire", un repertorio de canciones sefardíes a duo con Eugenio Arnao; él hace sonar las cucharas, los parches, las cuerdas y las sonajas y yo hago vibrar el aire con la voz y los dedos y disfrutamos, sobre todo cuando "ellos" también lo hacen y se crea magia. Si lo deseas puedes ver y escuchar algún fragmento.